La construcción sostenible ha adquirido una importancia significativa en Colombia en los últimos años. Con más de 900 proyectos en proceso de certificación en construcción sostenible, el país ha demostrado su compromiso con el desarrollo sostenible y la mitigación del cambio climático. Estos proyectos representan un hito importante en la transición hacia un futuro más verde y responsable.

En la última década, Colombia ha logrado avances significativos en el ámbito de la construcción sostenible. Se han implementado incentivos tributarios para el sector que promueven la gestión eficiente de la energía, lo que ha generado ahorros por 100.000 millones de pesos. Además, se ha observado un aumento en el compromiso de las empresas del sector, donde el 63 por ciento de ellas cuentan con un área de sostenibilidad dentro de su estructura organizativa.

El país también cuenta con un marco de política pública sólido que impulsa acciones en carbono neutralidad, eficiencia en agua y energía, residuos y circularidad, entre otros. Estas políticas reflejan el compromiso de Colombia en la lucha contra el cambio climático y el impulso de prácticas sostenibles en el sector de la construcción.

La integración del concepto de ciclo de vida completo en la construcción sostenible es otro aspecto crucial a considerar. Desde los procesos de extracción y fabricación de materiales, la construcción, operación y deconstrucción, se busca minimizar las emisiones y reducir el impacto ambiental. Si no se toman acciones para abordar estas cuestiones, se espera que las emisiones del sector pasen de 18.9 Mton de CO2eq en 2020 a 32.6 Mton CO2eq en 2050, a medida que la población continúa creciendo.

En este contexto, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, en colaboración con el Consejo Colombiano de Construcción Sostenible (CCCS), lanzó la Hoja de Ruta Nacional de Edificaciones Neto Cero Carbono. Esta hoja de ruta establece metas y acciones transformadoras que deben implementarse desde el sector de la edificación para lograr la carbono neutralidad de manera escalonada hasta 2050. Además de considerar el bienestar de las personas, también se aborda la necesidad de reducir la informalidad e integrar la equidad.

Para lograr estas metas ambiciosas, es fundamental mantener la colaboración y alineación entre todos los actores de la cadena de valor de la construcción. Esto incluye al gobierno nacional, los gobiernos locales, la academia y la sociedad civil. Al priorizar el bienestar y la equidad social,

y al enfocarse en proyectos altamente eficientes con materiales bajos en carbono y fuentes de energía renovable, la industria de la construcción puede transformar el entorno y mejorar la calidad de vida de las personas. Además, es esencial integrar la resiliencia y adaptación como aspectos fundamentales en todos los proyectos.

En resumen, la construcción sostenible en Colombia está en constante crecimiento y desempeña un papel crucial en la mitigación del cambio climático y la mejora de la calidad de vida. Con un sólido marco de política pública y una cadena de valor comprometida, el país se encuentra en el camino hacia un futuro más verde y sostenible.